La depresión reactiva es uno de los trastornos del estado de ánimo más frecuentes. Es aquella que se produce como respuesta a un suceso externo. Podemos diferenciar entre dos tipos de depresiones, la endógena, causada por motivos biológicos y la reactiva, causada por motivos psicosociales.
Causas de la depresión reactiva
Como hemos dicho, se produce por causas externas. Situaciones estresantes e incontrolables que superan al paciente. Estas causas pueden ser la muerte de alguien cercano, bulling, cambios laborales o de situación sentimental.
La manera de afrontar estas amenazas externas varía mucho según la persona afectada. Cada individuo tiene unos mecanismos de defensa diferentes. Lo que puede ser un suceso traumático leve para uno, para otro puede ser un golpe de destrucción emocional, difícilmente recuperable.
Síntomas
Detectar sus síntomas no es fácil. La depresión reactiva es compleja ya que la mayoría de síntomas no son exclusivos de este tipo de alteraciones. Para ello los síntomas se pueden dividir en varios tipos:
- Síntomas Anímicos: La desesperanza y la tristeza es el síntoma más frecuente de este tipo de depresión. Los pacientes ven un futuro oscuro, lleno de desgracias y no ven que pueda ocurrir nada positivo nunca más. En los casos más graves, dicen no sentir nada. Sin embargo en los niños los síntomas cambian a irritabilidad, malas contestaciones o rabietas.
- Síntomas Motivacionales: Estas causas hacen que el paciente pierda el interés en seguir realizando las actividades que más le gustaban. Deja de disfrutar de sus aficiones, hasta tal punto de perder la energía para levantarse de la cama pudiendo llegar a un estado de parálisis motora.
- Síntomas Cognitivos: Como las acciones, el pensamiento también se ve ralentizado. Son incapaces de rendir con normalidad debido a falta de concentración. El pensamiento se vuelve negativo haciendo que la persona piense que no vale nada.
- Síntomas Somáticos: Estos síntomas como el insomnio o el efecto contrario, quedarse dormido a todas horas, son más propios de la depresión endógena, pero también están presentes en la reactiva. También pueden aparecer dolores musculares o problemas de digestión.
- Síntomas interpersonales: Como consecuencia de dejar sus aficiones de lado, el paciente también desatiende su vida social, perdiendo el contacto con sus amigos. Se produce un distanciamiento y aislamiento social debido a que las personas rechazadas terminan por cansarse.
Tratamiento para la depresión reactiva
Consiste en establecer un vínculo con el paciente, que la persona se sienta comprendida y acceda a recuperar sus aficiones progresivamente y recuperar la vida social. Además hay que intentar identificar los pensamientos negativos que afectan al paciente, pudiendo apoyarse en terapia farmacológica mediante antidepresivos. Por último se debe ayudar al paciente a afrontar la situación estresante que haya detonado la depresión.
Si conoces o te encuentras en una situación de depresión reactiva, no dudes en ponerte en contacto con nuestro gabinete de psicólogos en Oviedo. Estaremos encantados de ayudarte.