Desde nuestro gabinete de psicólogos en Oviedo, queremos publicar un artículo para concienciar más sobre este trastorno, informando sobre qué es, cuáles son las causas, los síntomas, los tipos y las consecuencias que ello conlleva.
El autismo es un trastorno neurobiológico del desarrollo que provoca la alteración de algunas funciones. Suele diagnosticarse durante los tres primeros años de vida y, en función de la persona, puede evidenciar distintos síntomas, así como un desarrollo diferente. La OMS asegura que 1 de cada 160 menores tiene autismo.
Hay dos características comunes en las personas que padecen este trastorno: problemas a la hora de interactuar con los demás y problemas en el desarrollo de actividades y comportamientos repetitivos.
A día de hoy, las causas que lo provocan aún no están claras. Algunos profesionales creen que el trastorno se desarrolla durante la formación del niño en el interior del vientre de la madre. Otros especialistas consideran que este trastorno es debido a un origen psicológico.
Lo que realmente se sabe, es que los pacientes con autismo también padecen alteraciones bioquímicas, neurofisiológicas, morfológicas e inmunológicas. Más del 70% de los afectados tiene problemas en el desarrollo mental y 3 de cada 10 casos padece también epilepsia.
Debido a los problemas de comunicación e interacción propios de las personas con autismo, la primera consecuencia afecta directamente al entorno familiar donde el niño crece y se desarrolla. Las familias de niños con autismo presentan cuadros de estrés, debido no solo al trabajo que conlleva tener un hijo con esta patología, sino también la incapacidad para comprender lo que le sucede. También afecta a las relaciones sociales de las familias. Por lo general no suelen hacer mucha vida social debido a las alteraciones y problemas de conducta del menor.
Como expertos en psicología en Oviedo, recomendamos una serie de pautas que pueden servir para ayudar a aquellos menores que padecen autismo.
Hay que seguir un plan de educación específico diseñado un profesional especializado. Éste servirá para trabajar con él en casa. La alimentación debe adaptarse también. Muchos especialistas diseñan planes nutricionales para hacer frente a los problemas que presentan algunos niños. Es muy importante, que su vida se convierta en una rutina, nunca hay que dejar nada para la improvisación. Hay que establecer unas pautas para el trabajo, la higiene, y los cuidados del hogar; inculcarle hábitos que resulten imprescindibles para su aprendizaje y convertirlos en personas autónomas.
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